El Prado rinde homenaje a la Fundación de Amigos en su 40 aniversario

En diciembre de 1980 se creó esta fundación, tomando la Société des Amis du Louvre, de 1897, como modelo. Aunque, a diferencia de esta, la institución española no solo colabora con el enriquecimiento de las colecciones del Prado, sino que sus objetivos son mucho más amplios: fomentar la difusión y el estudio de sus colecciones, apoyar sus actividades culturales... Su primer presidente fue Enrique Lafuente Ferrari. Son ya más de 40.000 los amigos del museo y desde 2009 la fundación ha aportado a la pinacoteca unos 30 millones de euros .

La sala 9 del edificio Villanueva acoge, hasta el 16 de enero de 2022, una muestra, comisariada por Alberto Pancorbo, que reúne una selección de 36 obras que se han incorporado a las colecciones del museo gracias a la fundación. Entre ellas, ‘La Virgen de la Granada’, obra maestra de Fra Angelico y una de las joyas pictórica de la Casa de Alba, que en 2016 fue vendida al Prado por 18 millones de euros (muy debajo del valor del seguro: 40 millones), que abonaron en tres partes el Estado español, la pinacoteca y la Fundación de Amigos del museo.

Más sonada fue la reciente llegada de un Picasso, ‘Busto de mujer’ , el primero que entra en las colecciones del museo, tras la salida del ‘Guernica’ en 1992, rumbo al Reina Sofía. En este caso no fue una compra, sino un depósito por cinco años realizado por la American Friends of the Prado Museum (los amigos norteamericanos del Prado, para entendernos), aunque es de esperar que acabe siendo donada al museo, como ya ocurrió con el ‘Retrato de Felipe III’, de Velázquez , también presente en la exposición. Su donante fue el mecenas William B. Jordan . En el caso del Picasso, la familia Arango Montull , herederos del hermano mayor de Plácido Arango. Y aún más sonada, la última donación de la fundación hasta la fecha, con la que ha querido celebrar estos 40 años de amor al Prado: el ‘Aníbal vencedor’, de Goya , que fue vendido por 3,3 millones de euros por la Fundación Selgas-Fagalde, de donde salió de forma un tanto opaca.

La primera donación que recibió el Prado de la Fundación de Amigos tuvo lugar en 1982, dos años después de su creación. Fue un retrato de Concepción Serrano, pintado en 1871 por Eduardo Rosales . A él se fueron suman do con los años lienzos como ‘Retrato de un enano’, de Van der Hamen ; ‘Aureliano de Beruete y Moret, hijo’, de Joaquín Sorolla ; ‘Autorretrato en el estudio’, de Luis Pare t; un ‘Oratorio de san Jerónimo penitente’, de Juan de Juanes y Damián Forment ; dibujos y cartas de Goya (entre estas últimas, una que envió a su amigo Martín Zapater en la que pintó un corazón ardiente, lo que algunos especialistas vieron como un símbolo de su amor por él)... También cuelgan en la muestra 12 de las 96 obras de 36 artistas donadas al museo, realizadas por artistas contemporáneos que fueron invitados por la fundación en tres ocasiones para reflexionar sobre las colecciones del Prado: 1991, 2007 y 2018. Fue una iniciativa de Francisco Calvo Serraller. En la nómina, nombres como Miquel Barceló, Eduardo Arroyo, Cristina Iglesias, Alberto García-Alix, José Manuel Ballester, Antonio Saura, Cristina García Rodero, Isabel Muñoz... La fundación, que cuenta con un Patronato internacional, constituyó en 2018 dos comisiones: una de dibujos y estampas y otra de arte virreinal, una de las lagunas entre sus fondos. En una presentación a los medios previa a la inauguración, Nuria de Miguel, secretaria general de la fundación, destacaba el éxito que ha supuesto este proyecto de mecenazgo y colaboración entre lo público y lo privado, que «ha ayudado al museo a llegar donde no podía».

De aquí a fin de año, el Prado tiene muchos proyectos en cartera: a las exposiciones ('Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España’, ‘El hijo pródigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz’ y ‘Leonardo y la copia de Mona Lisa’), se prevé que se sume el comienzo de las esperadísimas obras en el Casón del Buen Retiro con el proyecto firmado por Norman Foster y Carlos Rubio (ya se aprobó una línea de crédito por cuatro años para una reforma del edificio que se prolongará al menos durante 36 meses). Para visitar la colección de escultura clásica en la Galería Jónica aún habrá que esperar a la próxima primavera. El director del Prado cree que se cerrará este año con un millón de visitantes .